En algunos aspectos, los diseñadores del mundo automotriz son como las superestrellas de la industria. Es cierto que la mayoría de ellos pasan prácticamente desapercibidos en general, pero hay algunos que se han vuelto famosos y actualmente se consideran los mejores en lo que hacen.
Un hombre que ha logrado alcanzar este estatus es Frank Stephenson. Durante su larga carrera, ha trabajado para las mayores empresas automotrices del mundo, incluyendo BMW, Ferrari y McLaren. Mientras estuvo al servicio de estas empresas, fue responsable de la creación de vehículos como el BMW X5, el Ferrari F430 y el McLaren MP4-12C.
Como sucede con la mayoría de las personas de su género cuando alcanzan cierta edad (Stephenson tiene 64 años), ya no está muy involucrado en el diseño automotriz, pero de ninguna manera está retirado.
En los últimos años, su nombre ha sido mencionado cuando se habla de las nuevas estrellas de la industria del transporte, los aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (más específicamente el AutoFlight Prosperity). También ha participado en la creación de cápsulas espaciales y sillas de bebé, para dar una idea de su versatilidad.
Esta vez, el nombre de Frank Stephenson destaca gracias a un concepto de motocicleta que se está presentando esta semana en el Salón del Automóvil de Ginebra.
La motocicleta se llama FSD 59, donde FSD significa Frank Stephenson Design y la parte 59 sigue siendo un misterio por ahora. La motocicleta se describe como una “motocicleta futurista que combina tecnología avanzada, elementos de diseño radicales y funcionalidad sin igual”.
Visualmente hablando, la FSD 59 es una verdadera locura. Aún reconocible como una moto de dos ruedas de nuestra época, presenta una nueva interpretación de cómo debe ser el cuerpo de una moto, con el manillar rodeado por una extensión de la carenado tipo monobloque que fluye por encima de la misma desde el frente hasta donde está posicionado el asiento.
La idea era hacer que la moto fuera adaptable, de modo que pudiera convertirse en una moto diferente para satisfacer las necesidades del conductor. Esencialmente, nos dicen, la FSD 59 bien podría ser una deportiva, una supersport o una cruiser.
La moto tiene manillar, reposapiés y asiento ajustables, y el parabrisas (sí, existe uno) tiene un ángulo ajustable. Encima, hay una pantalla que se puede utilizar para transmitir información importante al conductor.
En cuanto a la potencia del vehículo, Stephenson afirma que se trata de un vehículo destinado al “dominio de las motos de propulsión eléctrica e hidrógeno”. Esto significa que no tiene un motor en la forma en que se presentó en Ginebra, pero bien podría acomodar un motor eléctrico y un sistema de batería modular.
A pesar de ser, por ahora, solo un prototipo, hay indicios de que Stephenson tiene planes más ambiciosos para ella, ya que, según él, “estamos ansiosos por anunciar más noticias al respecto en el futuro”.