En una época más difícil para la Monster Energy Yamaha, Fabio Quartararo fue este año el más fuerte de los constructores japoneses en MotoGP – alcanzando el 13.º lugar.
No dar la espalda a la lucha
Muy lejos de luchar por las posiciones de cabeza, el campeón del mundo de 2021 no se resignó. Enfrentó, como pudo, las lagunas de la YZR-M1 – que dio señales de crecimiento a lo largo del año – para maximizar los resultados.
A pesar de que no se esperaban resultados fuertes, Quartararo no se dejó desmotivar. El inicio no fue fácil, con tres resultados fuera del top diez en las primeras cuatro rondas, seguidos de un abandono. En el GP de España, impresionó: cruzó la meta de la carrera Sprint en quinto, acabando por ser relegado a quinto por infringir la presión de los neumáticos.
Pero quedó visible que, en un día con condiciones ideales, «El Diablo» puede llevar a Yamaha a niveles que han sido poco habituales desde mediados de 2022. Cierto es que no dejó de ser la primera temporada de Quartararo sin ningún podio, y la peor desde que llegó a MotoGP tanto en términos de clasificación como en términos de puntos.
Sin embargo, se puede decir que la fase final del año fue alentadora. Después de la prueba de Misano, la Yamaha YZR-M1 mejoró, y en las últimas ocho rondas el #20 solo falló el top diez en tres ocasiones. Lo que le garantizó el 13.º puesto final, como mejor piloto de los constructores nipones.
A pesar de haber renovado hasta 2026, Quartararo no ocultó que llegó a pensar en seguir otro rumbo. Los esfuerzos e inversiones de Yamaha convencieron al piloto a renovar, y este final de temporada parece darle la razón – meses después de la entrada de nuevos técnicos como Max Bartolini, y aún antes de comenzar la colaboración con Prima Pramac.
El punto fuerte
La determinación es la palabra clave para Fabio Quartararo. Sería fácil dejarse vencer por los problemas crecientes y por la desmotivación de no poder luchar por los resultados a los que estaba acostumbrado en el pasado – sobre todo hasta 2022. Pero la verdad es que el piloto se mantuvo fuerte mentalmente y siempre buscó hacer lo máximo posible.
El punto débil
Teniendo en cuenta que el material a disposición estuvo lejos de ser de los mejores del pelotón, es difícil señalar puntos débiles a Quartararo como piloto. Pero tuvo que lidiar con la falta de potencia del motor y la falta de adherencia, aspectos técnicos que acabaron marcando su desempeño.
Mejor momento
El GP de Malasia fue, quizás, el más competitivo de toda la temporada para Quartararo. El piloto entró directamente en la Q2, fue quinto en la carrera Sprint y sexto en la carrera principal – en su mejor actuación de 2024 en términos de puntos.
Peor momento
Al competir en casa, Quartararo tenía posibilidades de lograr un resultado entre los diez primeros y uno de los mejores de la temporada. Sin embargo, una caída cuando estaba en sexto le obligó a abandonar en la vuelta 14. Fue un desenlace que ocurrió en una primera parte de la temporada en la que solo consiguió dos top diez en nueve rondas.