La historia habría sido bonita: Valentino Rossi de Ducati campeón del mundo por décima vez. El sueño y el objetivo eran esos, pero estuvieron lejos de hacerse realidad.
Il Dottore estuvo en el constructor de Borgo Panigale en 2011 y 2012, pero ni siquiera logró victorias. Tres podios (dos de ellos en segundo lugar) fue lo mejor que Rossi alcanzó con la Desmosedici GP.
Las expectativas eran altas, pero una moto poco competitiva y difícil de manejar fue un obstáculo insuperable – incluso si el italiano aún estaba en forma óptima para aspirar a los lugares de honor.
Claudio Domenicali, director ejecutivo de Ducati, no ocultó que el paso de Rossi por el equipo fue decepcionante, afirmando citado por Motori Online: ‘Con Valentino, hubo varios cambios técnicos, y estos ni siquiera se hicieron con la disciplina necesaria. Fue una gran decepción’.