Fue en 2017 que Maverick Viñales llegó a Yamaha en MotoGP, estando en el equipo hasta mediados de 2021 – cuando salió de forma poco amistosa y abrupta durante la temporada.
Desde temprano, el piloto sintió que sus comentarios no estaban siendo tomados en cuenta por Yamaha – desde luego en 2017, cuando no tuvo la moto que quería.
En el documental «Maverick Viñales: Dos Vidas», de DAZN, el español admitió que le faltó fuerza para imponerse cuando atravesó los momentos difíciles en el constructor de Iwata:
– Sentí que no tuve suficiente fuerza para decir, «quiero esto, y es esto, punto final». Eso me irritó mucho, porque sé perfectamente que ya podría haber cumplido mi sueño, y no lo conseguí por otras circunstancias, no por lo que dependía de mí. Y eso duele, es muy difícil de aceptar.