Luca Marini se convirtió este año en piloto de fábrica en MotoGP por primera vez, al unirse a Repsol Honda. Sin sorpresa, la temporada fue difícil, con una RC213V que fue la moto menos competitiva del pelotón.
El italiano no evadió la realidad durante el Honda Racing Season Finale, pero destacó el trabajo realizado en el equipo, el empeño en mejorar y la confianza de que, en el futuro, los resultados aparecerán:
– Fue una temporada dura para nosotros, pero creo que estamos haciendo un gran trabajo, y todos los nuevos ingenieros nos ayudarán a convertir a Honda en la número 1 del mundo. Como pilotos, nos estamos esforzando mucho en este proyecto, y confiamos mucho en ser competitivos y vencer a las otras motos.
Después de un 2024 arduo, Marini cree en mejoras sustanciales ya en 2025: ‘Está claro, no será fácil, tomará tiempo. Pero el próximo año será una temporada mucho mejor para todos nosotros, y disfrutaremos más’.