La KTM AG anunció esta semana que entrará en auto-administración, lo que significa, en la práctica, que se ha declarado insolvente. Y los empleados tienen sus salarios en riesgo.
De acuerdo con el sitio SPEEDWEEK.com, que cita a la Cámara de Comercio Superior de Austria, los salarios de noviembre y diciembre y los bonos de Navidad de los empleados serán retenidos. Es una medida de protección.
Si la reestructuración tiene éxito, el fondo de insolvencia pagará estas y otras compensaciones de manera retroactiva. Es un problema más para quienes trabajan en KTM AG y en Pierer Mobility Group, en el contexto de la grave crisis.
Este año, la empresa ya ha tenido que recortar alrededor de 700 puestos de trabajo, y aún prevé otros 300 despidos o salidas por jubilación anticipada y ausencia de nuevos cargos. En enero y febrero la producción se detendrá, pero parte de los empleados recibirán garantías de empleo para cuando la actividad se reanude el 1 de marzo.