El futuro de las motos eléctricas, especialmente de las de mayor potencia, parece estar en un punto crítico. A pesar de avances tecnológicos significativos y de nuevos modelos que llegan al mercado, las ventas de motocicletas eléctricas más potentes siguen siendo una fracción minúscula del mercado global. Esta realidad plantea una cuestión inevitable: ¿tienen futuro las motos eléctricas de gran porte?
Números que hablan por sí mismos
En 2023, se registraron 4.062 motos eléctricas en el Reino Unido, pero la abrumadora mayoría (3.718 unidades) estaba en la categoría sub-11kW, equivalente a modelos de combustión de 125cc o menos. Solo 69 motos eléctricas en la gama sub-35kW y 58 por encima de los 35kW (como la LiveWire S2 Del Mar o modelos de Zero) encontraron compradores. Estos números son anémicos en comparación con las 109.527 motos de combustión vendidas en el mismo período.
Esta discrepancia refleja una dura realidad: las motos eléctricas de mayor potencia enfrentan desafíos mucho más serios que sus equivalentes urbanas y de baja cilindrada, que han demostrado ser viables en áreas metropolitanas. La falta de incentivos financieros, cuestiones relacionadas con la infraestructura de carga, tiempo de recarga, alcance limitado y la rápida depreciación de la inversión inicial hacen que la adopción de estas motos sea más difícil.
Motos Energica (fuente: Visordown)
Problemas estructurales
El apoyo del gobierno británico al sector es limitado, con subsidios de £500 solo para vehículos por debajo de £10.000. Esto excluye prácticamente todas las motos eléctricas de alta potencia, que frecuentemente tienen precios mucho más altos. Además, la ausencia de políticas públicas para fomentar el uso de motos – eléctricas o de combustión – demuestra una falta de visión sobre el potencial de estos vehículos como solución de movilidad sostenible.
Otra preocupación seria es la depreciación. Un ejemplo paradigmático es la Zero SR/F de 2021, que perdió más de £11.000 en valor en un corto período de tiempo, convirtiéndose en una inversión poco atractiva.
Innovaciones aerodinámicas: ¿Solución o apuesta arriesgada?
Propuestas innovadoras, como el prototipo de White Motorcycle Concepts (WMC), prometen avances en eficiencia aerodinámica. El modelo integra un sistema de canalización que reduce la resistencia en un 10%, traduciéndose en un aumento del 9% en la autonomía a velocidades de autopista. A pesar de la sofisticación del diseño, esta mejora se traduce en solo 10 millas adicionales de autonomía.
Aunque proyectos como este demuestren la determinación de las empresas para superar las limitaciones técnicas de las motos eléctricas, la viabilidad comercial de estas innovaciones sigue siendo incierta. El alto costo de investigación y desarrollo, junto con el bajo impacto práctico para los consumidores, puede limitar el atractivo de estas soluciones.
¿Alternativas?
Con el panorama actual, surge una cuestión fundamental: ¿son las motos eléctricas de alta potencia el camino correcto? Otras opciones, como los combustibles sintéticos, comienzan a ganar fuerza como alternativas viables, ofreciendo la promesa de reducir emisiones sin sacrificar el alcance, rendimiento o la infraestructura ya existente para vehículos de combustión.
Sin cambios significativos en las políticas públicas y una solución clara para los problemas de costo y practicidad, la era de las grandes motos eléctricas puede estar alcanzando un punto muerto. Mientras tanto, los fabricantes luchan por conquistar un mercado que, por ahora, parece reacio a abandonar la comodidad familiar de las motos de combustión.
Escape WMC Zero (fuente: Visordown)