Álex Márquez llegó a MotoGP en 2020, y desde entonces aún está lejos de la lucha por los títulos. Sin embargo, y a pesar de estar en un equipo independiente sin una moto de fábrica – la Gresini – no deja de tener esa ambición.
En una entrevista a MOW Mag, el español destacó que ser campeón siempre debe ser la meta, trabajando para ello por más difícil que sea – quedando la conciencia tranquila independientemente del desenlace:
– El objetivo siempre es el mismo. Siempre tiene que ser ese. Es cierto que cuando comienzas la temporada en un equipo independiente sin la moto de fábrica, siempre tienes que tener expectativas ligeramente más bajas, pero la motivación que debes tener como piloto cuando trabajas en casa es siempre la misma. Siempre tienes que dar todo lo que tienes para llegar allí. Si no lo consigues, al menos sabes que diste todo, que no tienes arrepentimientos. No quiero tener ni la más mínima duda. […]. Tengo que saber que hice todo lo posible.
En su primera temporada, Márquez estuvo en el equipo de fábrica de Honda, cuando comenzó la caída de la competitividad del constructor japonés. Aun así, obtuvo sus dos primeros podios, pasando luego dos temporadas en LCR Honda con pocos resultados expresivos a medida que la RC213V se quedaba cada vez más atrás de las motos rivales.
En 2023, el #73 se unió a Gresini, donde encontró una Ducati competitiva, logrando el regreso a los podios justo en la segunda carrera – al igual que su primera pole position. Desde entonces, ha subido al podio en otras dos ocasiones en las carreras principales, además de sumar dos victorias en carreras Sprint.