Si estuviéramos en una película famosa, alguien diría “sólo quedará una” comentando la noticia de la próxima salida de la versión de carretera de una de las motos deportivas más icónicas y destacadas de los últimos 25 años: al igual que sucedió en 2020 con la R6, la Yamaha YZF-R1 estará disponible a partir de 2025 solo para uso en pista y no se desarrollará ni comercializará ninguna versión que pueda exceder las normas de homologación Euro 5+. El comunicado de prensa no lo menciona explícitamente, pero obviamente creemos que se refiere tanto a la R1 como a la R1M, la configuración aún más refinada y de competición equipada con suspensión controlada electrónicamente.
En un comunicado de prensa, Yamaha Racing subraya que la producción de la moto a nivel global no se detendrá: simplemente no se producirá una versión de carretera para Europa, teniendo en cuenta que los gustos y elecciones de los conductores están orientados hacia otros segmentos. Sin embargo, la R1 sigue siendo desarrollada en todo lo relacionado con su aptitud para el uso en circuito, incluyendo la comercialización de las piezas GYTR y GYTR PRO, de las cuales la maravillosa R1 GYTR Pro 25º aniversario producida en una serie limitada es una de las manifestaciones más elevadas, refinadas y eficaces.
La R1 permanecerá en el mercado donde los reglamentos lo permitan, como ya sucedió con la otra gran ausente en Europa, la Suzuki GSX-R 1000, siendo los Estados Unidos el líder que sigue siendo una especie de refugio para las motos deportivas y donde también encontramos muchas GSX-R 600 e incluso GSX-R 750 a la venta.
La desaparición de la R1 de la lista de motos de carretera europeas de Yamaha es -imaginamos- el resultado de varias circunstancias: por un lado, los volúmenes del mercado hiperdeportivo son cada vez más limitados y los motociclistas prefieren Crossovers o, como máximo, una moto Hypernaked para divertirse en las curvas o en el circuito, motos que ahora tienen un rendimiento que no tiene nada que envidiar en términos de usabilidad a las motos deportivas de 1000/1100 cc que, por el contrario, se han vuelto cada vez más difíciles de conducir en la carretera donde no pueden expresar sus cualidades. Una actualización importante, la del Euro 5+, es, en este sentido, poco justificada desde el punto de vista de la inversión necesaria para alcanzarla y, por lo tanto, para gran desgracia de los fanáticos, la R1 permanece a partir de 2025 confinada a las pistas de carrera, incluso las del campeonato Mundial de Superbike donde la R1 conquistó el título en 2021.