El fabricante sueco Cake, que fabrica exclusivamente motos eléctricas para todo-terreno, ha declarado bancarrota. DiGITAL, un medio de comunicación sueco, dio la noticia el pasado jueves, aunque no ha habido ninguna comunicación oficial por parte de Cake.
Según Electrek, la bancarrota de Cake se produce después de noticias sobre la suspensión del pago de salarios en enero y de que la solicitud fue forzada cuando uno de sus principales inversores se retiró de la empresa durante una reciente ronda de financiación.
Cake recientemente había comenzado a entregar su modelo más reciente, la Bukk, y había publicado un comunicado de prensa a finales de enero indicando sus planes de expandir su presencia en Europa.
El director ejecutivo de Cake, Stefan Ytterborn, fue citado por los medios de comunicación suecos, afirmando que había varias razones para la situación actual de Cake. Dijo: “No fue una, sino varias circunstancias las que nos llevaron a esta situación. Los problemas climáticos ya no están en foco, estamos en recesión. Se trata de nosotros, pero también del ecosistema de capital de riesgo. En este momento, está completamente muerto, no hay compradores en la etapa posterior en la que se encuentra Cake”.
Fundada en 2016, Cake se ha convertido en una figura reconocida en el mundo de las motos eléctricas, construyendo motos distintivas y minimalistas, todas con una estética funcional y nombres extraños como “Kalk”, o la mencionada “Bukk”, derivada de una antigua lengua arraigada en la isla de Gotland, que se encuentra en el Mar Báltico entre Suecia y los países bálticos de Estonia, Lituania y Letonia.