Las baterías son uno de los mayores desafíos en lo que respecta a los vehículos eléctricos – no solo debido a la autonomía y a la capacidad de ser cargadas rápidamente, sino también a su relativamente corta vida útil, siendo el reciclaje un proceso complicado y costoso.
Pero la Rice University, en Texas, puede tener la solución. Un equipo de investigadores de esa institución, liderado por James Tour, creó un nuevo método para extraer materiales activos purificados de baterías gastadas, lo que permitiría reducir desperdicios y costos. El trabajo fue publicado en detalle este verano en Nature Communications.
El método Flash Joule Heating (FJH) implica pasar una corriente a través de un material moderadamente resistivo para calentarlo rápidamente, transformándolo en otras sustancias. En el caso de las baterías, esto resulta en una separación magnética que permite una purificación eficiente.
Los cátodos de baterías basadas en cobalto, muy comunes en vehículos eléctricos, ‘mostraron inesperadamente magnetismo en las capas externas de óxido de cobalto espinélio, permitiendo una fácil separación’. De este modo, los científicos lograron recuperar el 98 por ciento del metal de la batería, manteniendo el valor de la estructura de la batería – con un bajo grado de impurezas del metal.
Las conclusiones de este trabajo ‘tienen el potencial de facilitar la separación efectiva y el reciclaje de materiales de batería valiosos a un precio mínimo, contribuyendo a una producción más verde de vehículos eléctricos’.