Los motores de MotoGP deberán quedar congelados desde el inicio de la próxima temporada, por lo que no será posible desarrollarlos, salvo excepciones – como por ejemplo motivos de seguridad o en el caso de los constructores que están en el nivel D del sistema de concesiones y continuarán teniendo total libertad.
La medida tiene en cuenta el hecho de que en 2027 se introducirán nuevos reglamentos, que también exigirán el desarrollo de un nuevo motor. Con el actual congelado, los constructores no tendrán que trabajar en dos proyectos paralelos, con la dispersión de enfoque y la necesidad de recursos financieros inherente.
Gigi Dall’Igna, director general de Ducati Corse, está de acuerdo con este congelamiento. El ingeniero italiano reconoció, en una entrevista al diario La Gazzetta dello Sport, que tener esos dos proyectos al mismo tiempo sería una tarea ardua y costosa:
– El problema del costo es importante para todos, a nivel económico tenemos dos años complicados por delante, con lo que está sucediendo en el mundo. Desarrollar un motor completamente nuevo para 2027, de hecho toda una moto, como ya no existirán dispositivos de ajuste de altura, la aerodinámica será limitada, etc., y desarrollar el actual al mismo tiempo, creo que es muy complicado – especialmente para los constructores europeos.