Un año en MotoGP pero lo suficiente para poder hacer algunas comparaciones con la moto y el motor que este año ya ha pilotado en varias ocasiones, Remy Gardner no tiene dudas sobre cuál es el mayor problema actualmente para Yamaha, al mismo tiempo que recordó la KTM que utilizó en 2022.
Después del domingo en el GP de Japón, el australiano fue una de las voces de la fabricante que mencionó los problemas que tuvo en Motegi, y al ser instado a comparar el motor de la KTM RC16 con el de la Yamaha M1, Gardner destacó algunas de las diferencias: ‘Si comparo los dos motores, el de KTM era más lineal, aunque siento que era bastante agresivo, pero era más lineal. No sé si era la electrónica o el carácter del motor, pero definitivamente era más fácil de pilotar, aunque también lo tuve en mis manos durante más tiempo’.
No obstante, para el piloto que corre habitualmente en el Campeonato Mundial de Superbikes – estará este fin de semana en Estoril – la mayor falta de Yamaha está claramente identificada y coincide con el feedback de los demás pilotos de la marca:
– De momento estoy teniendo problemas en ese departamento [de adherencia], o hay demasiada o ninguna en absoluto, y con la electrónica también es más difícil de controlar. Espero aportar algo positivo al proyecto, pero honestamente, el mayor problema en este momento es la adherencia trasera.