El #26 se apoyó en la ayuda de Sete Gibernau, pudiendo enfrentar el final de su carrera de manera diferente, también gracias a la aparición del puesto de piloto de pruebas en KTM:
– En mi caso, puedo asegurar que tuve la suerte de que Sete Gibernau me advirtiera: él me lo dijo. Él estuvo conmigo en los últimos años, él me dijo: “Pronto verás que esta fase es complicada, suceden estas cosas”. Ya sabía lo que existía, no caí en este abismo solo. Y su experiencia previa me ayudó mucho. Caes de la misma manera, el salto al vacío es el mismo porque los sentimientos son esos: ¿y ahora qué hago, cómo lleno este gran vacío que queda así? Pero cuando eres consciente de que estás en esta fase, vives de manera diferente y por suerte tuve la elección de estar en KTM y desempeñar este papel diferente en mi carrera deportiva, que, quieras o no, es diferente: ya no estás en el ojo del huracán, ya no eres el niño bonito de todos los fines de semana que está bajo los reflectores. Pero sigues en una moto, sigues involucrado en un proyecto, ayudas al equipo a ganar. Todo eso fue algo que me llenó mucho, de otra manera, pero me ayudó en la transición de la competencia a una vida más normal.