2024 promete ser un año complicado para Pierer Mobility. El fabricante austriaco de motos y autos deportivos, que controla KTM, Husqvarna, GasGas y MV Agusta, entre otros, deberá terminar el año actual con resultados financieros por debajo de las expectativas y con una caída global de las ventas entre un 10 y un 15%.
Ya en 2023, se pueden vislumbrar las primeras grietas, con el volumen de negocios del grupo aumentando un 9,2% a 2.661,2 millones de euros (en el año anterior fue de 2.437,2 millones de euros), pero la ganancia operativa antes de cargos financieros e impuestos (EBIT) disminuyó un -32% a 160 millones de euros (en 2022 fue de 235,3 millones de euros).
A pesar de las inversiones puestas sobre la mesa para relanzar las operaciones (284 millones), Pierer Mobility tuvo que enfrentar tasas de interés aún muy altas en Estados Unidos y un mercado volátil en Europa: un doble freno que se suma a las dificultades encontradas en el negocio de las e-bikes, que está desacelerando las ventas de vehículos de dos ruedas.
Fue el propio grupo quien plasmó en papel sus impresiones para un 2024 durante el cual la dinámica en los principales mercados de motos de Pierer Mobility (EE. UU. y Europa) se desaceleró considerablemente.
Hasta el final del año, las previsiones de ventas a clientes estadounidenses y europeos, que aún no se han cuantificado, no son en absoluto optimistas.
En general, después de tres años de éxito por encima del promedio, las cifras de ventas de Pierer Mobility estarán por debajo de las expectativas este año”, se lee en un comunicado oficial de la empresa.
En términos concretos, esto significa que los concesionarios tendrán que reducir sus inventarios y comprometer grandes cantidades de capital, lo cual, junto con plazos de pago más largos y descuentos más altos, tendrá “un impacto negativo significativo en el EBIT y en los resultados financieros del ejercicio actual”.
Más detalladamente, para el ejercicio de 2024, el Comité Ejecutivo del Grupo prevé una disminución de las ventas entre el 10% y el 15%, tanto para la división de motos como para la división de bicicletas. En lo que respecta a la primera división, la empresa explicó que los ahorros de costos introducidos en el ejercicio actual deberán compensar los efectos negativos de la caída de las ventas “de tal manera que sea posible generar un EBIT equilibrado a ligeramente positivo”. En cuanto a la división de bicicletas, por otro lado, se presupuestó un EBIT significativamente negativo entre -110 y -130 millones de euros, principalmente debido a “necesidades extraordinarias de deterioro y reestructuración” en la división.
Entre los planes operativos de Pierer Mobility se encuentra el aumento de los costos de producción, especialmente en Europa, debido a salarios elevados, regulaciones y burocracia. Si además agregamos las tensiones económicas que afectan a todo el continente -en medio de una posible guerra comercial con China- el panorama se completa.
El grupo, en lo que respecta a la producción de motos, informó que los volúmenes de producción de vehículos se redujeron en las instalaciones de Mattighofen y que la gestión de costos -que se reforzará- está bajo la responsabilidad de toda la empresa matriz.
El programa de reducción de costos llevó, sin embargo, a Pierer Mobility a despedir a varios cientos de trabajadores europeos (la prensa austriaca habla de 500) de su filial KTM.
¿Las razones? Desventajas de costos en Europa, un ritmo de desarrollo más lento en la región que en Asia y una demanda inestable en Estados Unidos. Hablando de Asia, en 2024, el grupo presumiblemente tendrá como objetivo aumentar la eficiencia en el desarrollo de productos, evitar ser víctima de la frágil industria europea de proveedores y concentrarse en la opción asiática.
Así, Pierer Mobility buscará fortalecer sus asociaciones de investigación y desarrollo en China e India con CFMoto (una empresa china de la cual KTM es socia) y Bajaj Auto (un gigante indio que adquirió una participación minoritaria en KTM).