El equipo Repsol Honda continúa atravesando una crisis de rendimiento y resultados en MotoGP sin fin a la vista. Este año tiene acceso al nivel con más concesiones de desarrollo, pero los beneficios aún no son visibles.
En este momento, el constructor del Ala Dorada es el más débil del pelotón, como demuestran las clasificaciones de los campeonatos de pilotos, constructores y equipos. El desarrollo de una moto es un proceso lento, no siempre lineal, con soluciones buenas y otras no tan buenas en el camino.
Como es natural, la ambición es volver a los buenos resultados lo antes posible. Joan Mir, uno de los pilotos de Repsol Honda, destacó ese mismo objetivo, señalando que primero que nada hay que llegar a un nivel entre los diez primeros:
– Claro que quiero ser rápido tan pronto como sea posible, pero la realidad… tal vez el primer paso que demos sea más grande de lo que pensamos y estemos en el top diez de inmediato. […]. Después, con la conducción, los arranques, puedes avanzar hacia adelante. Pero esto es lo que necesitamos: un conjunto que me permita estar entre los diez primeros si queremos luchar por podios todos los fines de semana.